¿Qué son las creencias?
Las creencias moldean, influyen y determinan la inteligencia, la salud, la creatividad e incluso el grado de felicidad y de éxito personal del individuo. Debido a esto salta la interrogante: ¿Es posible desaprender o cambiar viejas creencias que nos limitan e instalar en su lugar otras que amplíen nuestro potencial? Robert Dilts a través de su libro ¨Cómo cambiar creencias con la PNL¨ nos explica cómo lograrlo.
Nuestras creencias ejercen una influencia muy poderosa en nuestro comportamiento. Es bien conocido el hecho de que si alguien cree que puede hacer algo lo hará y si cree que es imposible, será muy difícil que pueda conseguir ese algo. Las creencias acerca de nosotros mismos afectan enormemente a nuestro desempeño y todos tenemos creencias que nos estimulan o nos limitan. La mayoría de ellas nos fueron inculcadas por nuestros padres, maestros, la sociedad y los medios de comunicación, sin que fuéramos conscientes de su impacto ni pudiéramos elegir entre ellas.
Entonces, ¿Qué es una creencia? Una creencia es el sentimiento de certeza sobre el significado de algo. Es una afirmación personal que consideramos verdadera. Las creencias, que en muchos casos son subconscientes, afectan a la percepción que tenemos de nosotros mismos, de los demás y de las cosas y situaciones que nos rodean.
Existen creencias potenciadoras que nos ayudan a alcanzar ciertos objetivos, reafirman nuestros propósitos y nos impulsan en nuestros ideales. Por otra parte las creencias limitantes, son las que nos debilitan, presentan obstáculos para el logro de una meta y además hacen pensar al individuo que no es capaz de conseguir aquello que anhela.
Tal como se mencionó antes, la implantación de las creencias en los seres humanos comienza desde la infancia, a través de la convivencia con los padres, maestros y amigos, del contacto con el entorno social e incluso a través de los medios de comunicación. Generalmente se instalan en nosotros mucho antes de que sintamos sus efectos o pudiéramos discernir entre elegirlas o desecharlas. Sin embargo también existe el caso de que las creencias pueden darse durante la vida. Se adquieren a través de la repetición verbal, con el ejemplo, con experiencias propias o ajenas. Para saber por qué se dan la mayoría en la niñez, es necesario explicar cómo actúan las ondas cerebrales Theta y Delta en el comportamiento:
El cerebro de los niños desde antes de nacer hasta aproximadamente 6 o 7 años de edad, funciona muy distinto al cerebro de una persona con una edad mayor a la indicada o cuando se es adulto. A esa edad los infantes estando despiertos producen tanto ondas Theta como ondas Delta, por lo tanto están en un estado en que existen características de memoria plástica, mayor capacidad de aprendizaje, fantasía, imaginación, inspiración y creatividad; precisametne todas estas cualidades son las que representan a los niños. Viven en un estado equivalente a un trance hipnótico, es por eso que las vivencias que tienen quedan grabadas en el subconsciente, pues los niños no filtran la información con su conciencia, porque directamente esta información va al subconsciente.
Según Robert Dilts, los problemas que con más frecuencia se presentan al tratar de identificar a una creencia son cuatro:
La cortina de humo: Cuando una creencia está asociada con algo muy profundo o doloroso, la gente utiliza la cortina de humo. Te estás acercando justo a la creencia y entonces esa parte protectora de ellos instintivamente aprieta el botón. Y de repente te encuentras perdido y confundido. Debes darte cuenta que no es una mala señal, solo significa que estás cerca. Al mirar detrás de la cortina de humo, con frecuencia descubriremos algo importante.
El arenque ahumado: El paciente suele culpar a otras personas y otras circunstancias de algo que él está haciendo en la actualidad. Muchas personas tratan de ocultar las partes de ellos mismos que no les gustan para poder deshacerse de ellas. En ocasiones no se trata más que de un intento de protegerse a sí mismas del dolor tratando de esconderlo. Con frecuencia surge de la incongruencia. La solución es vigilar todas las pistas como el tono de voz, la fisiología, las pistas más mínimas y sutiles.
El pescado en los sueños: No se puede confiar en todo lo que dice el cliente, hay que calibrar las claves mínimas aplicando una demostración de la conducta.
La masa crítica: No existe solo una creencia, sino todo un sistema de creencias. La manera de resolver una creencia no necesariamente es deshaciéndonos de su contenido, sino reorganizar las relaciones. Personas distintas tienen la misma experiencia, pero responden de manera diferente.
Luego de identificar las creencias que tenemos marcadas en nuestra historia, es importante trabajar en ellas para desaprender aquellas que son limitantes para nuestro desarrollo personal y nos impiden ver la capacidad de nuestro alto rendimiento y fortalecer aquellas que nos permiten crecer para obtener el máximo potencial en nuestra vida.
